Lasaña vegetariana
Te invito a descubrir mis lasañas vegetarianas: una fusión deliciosa de capas de verduras frescas, quesos cremosos y una salsa de tomate casera que hará las delicias de todos. Perfectas para compartir en una comida en familia o para disfrutar en una cena especial, estas lasañas son un festín de sabores.
Un plato exquisito 100% casero y natural
La lasaña vegetariana es una auténtica delicia que conquista los paladares más exigentes con su exquisito sabor y su textura reconfortante. Este plato ofrece una experiencia culinaria única, ideal para aquellos que prefieren opciones vegetarianas llenas de sabor y calidad.
El corazón de esta lasaña es su relleno irresistible y cargado de nutrientes. Cada capa de pasta fresca se intercala con una generosa porción de una selección cuidadosamente elegida de vegetales frescos y sabrosos. Desde las espinacas tiernas hasta las berenjenas jugosas, pasando por los calabacines y los champiñones, cada ingrediente aporta su propio matiz de sabor y contribuye a la riqueza general del plato.
Ingredientes: zapallo italiano, berenjenas horneadas, salsa de tomate casera, salsa bechamel, laminas de lasaña, queso gauda.
CONTIENE GLUTEN
Plato ya listo, solo hay que calentarlo
Lo que realmente eleva esta lasaña a un nivel superior es su exquisita salsa blanca. Preparada con ingredientes de la más alta calidad, esta salsa envuelve cada capa de pasta y vegetales con una cremosidad irresistible. Además, el toque distintivo del queso gouda añade una capa adicional de indulgencia, fundiéndose a la perfección con los demás ingredientes y creando una experiencia verdaderamente memorable en cada bocado.
Perfecta como plato principal para una cena familiar o como una opción gourmet para una ocasión especial, esta lasaña se adapta a una amplia gama de situaciones. Además, al ser un producto congelado, ofrece la conveniencia de poder disfrutar de su sabor excepcional en cualquier momento. Basta con colocarla en el horno y esperar a que se dore y se caliente hasta alcanzar la perfección, permitiendo así que se convierta en una solución rápida y fácil para una comida deliciosa.
Consejo de preparación: es siempre mejor descongelar previamente los platos, pero también los puede calentar estando aún congelados, aunque va a tardar el doble de tiempo (lo que no es óptimo por la alteración del sabor).
Si quieren cambiar de molde mejor hacerlo cuando está todavía congelado el producto, ¡será más fácil!
- Al horno (180°C) congelado: 1h15
- Al horno (180°C) descongelado: 40min